Queridos hermanos en el Señor:
Os deseo gracia y paz.
La Obra Pontificia de la Propagación de la Fe, junto con Infancia Misionera (que alienta el espíritu misionero en los pequeños), Vocaciones Nativas (que ayuda a las vocaciones en los territorios de misión) y la Pontificia Unión Misional (encargada de la formación misionera) son las cuatro Obras Misionales Pontificias.
Desde 1926, el penúltimo domingo de octubre se celebra el Domingo Mundial de las Misiones para rezar por la labor evangelizadora y colaborar económicamente con los misioneros. Lo recaudado en el DOMUND sostiene la presencia de la Iglesia en los 1.119 territorios de misión.
Todos podemos participar con la oración, el tiempo y el donativo. La plegaria por las misiones tiene diversas formas: petición diaria, vigilias de oración, rosario misionero, etc. Más de 60.000 enfermos misioneros ofrecen sus sufrimientos por la Misión. Más de 700 conventos contemplativos rezan en España por las misiones.
Hay unos 10.000 misioneros españoles. También hay 1.689 voluntarios en las delegaciones
diocesanas de misiones y en las parroquias que trabajan en la sensibilización misionera y en la denominada “misión de retaguardia”.
En el año 2022 se recaudaron 61.895.833,88 euros para distribuir en 2023. España recaudó 14.201.134,04 euros para financiar 538 proyectos. Se atendieron 213 territorios en 32 países beneficiados. Los proyectos se dividían en tres categoría: 41,3 % proyectos ordinarios (sostenimiento general de las misiones), 36,4 % proyectos de catequesis (formación de catequistas) y 22,3 % proyectos extraordinarios (construcciones, vehículos, equipamiento…).
“¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?” (Lc 24,32). Estas palabras de los discípulos de Emaús después del encuentro con Cristo resucitado describen sus corazones ardientes y la disponibilidad de sus pies para iniciar el camino del testimonio.
El Papa Francisco afirma en su Mensaje: “el primer y principal recurso de la misión lo constituyen aquellos que han reconocido a Cristo resucitado, en las Escrituras y en la Eucaristía, que llevan su fuego en el corazón y su luz en la mirada”.
El Papa nos exhorta: “Dejémonos (…) acompañar siempre por el Señor resucitado que nos explica el sentido de las Escrituras. Dejemos que Él encienda nuestro corazón, nos ilumine y nos transforme, de modo que podamos anunciar al mundo su misterio de salvación con la fuerza y la sabiduría que vienen de su Espíritu”.
El uno de junio de 2018, en su Discurso a los directores nacionales de las Obras Misionales Pontificias, el Papa decía: “Nosotros no tenemos un producto que vender, sino una vida que comunicar: Dios, su vida divina, su amor misericordioso, su santidad”.
Recibid mi cordial saludo y mi bendición.