La tradición sostiene que el cristianismo llegó a tierras oscenses en el siglo I con la predicación del Apóstol Santiago el Mayor y de San Pablo. En las persecuciones del siglo III y IV se hace notar la presencia cristiana en Huesca: la diócesis se gloria de ser la cuna de San Orencio y Santa Paciencia, padres de San Lorenzo, diácono y mártir en Roma el 10 de agosto de 258. San Lorenzo es el santo patrón principal de la Diócesis de Huesca. En la Osca romana nació San Vicente (diácono del obispo de Zaragoza San Valero), que sufrió persecución en tiempos del emperador romano Diocleciano y murió en Valencia martirizado el 22 de enero de 304.
La primera mención documental de un obispo radicado en el territorio oscense aparece a principios del siglo IV en el Concilio de Elvira (Iliberis, cerca de la actual Granada), el concilio hispano más antiguo del que se conservan sus actas: hacia el año 306 un cierto obispo Genaro de Fibularia firmó las citadas actas. Por Fibularia se designa a la ciudad Calagurris Fibularia, dependiente de Osca desde el siglo I a. C., que se identifica actualmente con un paraje y yacimiento arqueológico romano llamado “Calaborra”, situado en Bolea.
La Osca romana pudo ser sede episcopal. Sin embargo, los nombres de los obispos más antiguos que han llegado a nuestro conocimiento desde fuentes seguras pertenecen al siglo VI, con los visigodos en Hispania y con el desarrollo de un cristianismo más contemplativo y monástico, producido durante la descomposición del poder romano y su sustitución por los bárbaros: la Sierra de Guara y las sierras exteriores pirenaicas a la vista de Huesca fueron lugares donde se fundaron cenobios y monasterios que fueron refugio de numerosos eremitas como San Victoriano o San Victorián, abad del Monasterio de San Martín de Asán, un monasterio que antes de la invasión árabe se convirtió con la regla de San Victorián en un verdadero seminario episcopal de la Tarraconense, o San Úrbez, pastor y monje en la Sierra de Guara un siglo después de la invasión musulmana de la península ibérica.
En el siglo VI, Elpidio (h. 522-546) fue el obispo que vio su sede erigida (el año 533,1 según Catholic-Hierarchy), sufragánea de la sede tarraconense. Pompeyano (h. 546-556), Vicente (557-576) y Gabinio (576-600) fueron los siguientes obispos de la sede oscense, siendo este último el primero de los 52 obispos, asistentes al III Concilio de Toledo el 8 de mayo de 589, que con su firma sellaron la abjuración del rey Recaredo de su fe arriana y conversión a la fe católica. En el año 598 se celebró en Huesca un concilio de la Provincia Eclesiástica Tarraconense. Osdulfo asistió en 633 al IV y en 638 al VI Concilio de Toledo, mientras que Eusebio estuvo presente en el VIII Concilio de Toledo (653).
Relacionado con el Monasterio de San Martín de Asán, además del mencionado obispo Vicente (557-576), que profesó en el año 551 como diácono y legó sus bienes al monasterio en tiempos del abad San Victorián, otros obispos de Huesca fueron primero abades de San Martín de Asán, como Audeberto, que siendo abad asistió como vicario del obispo Gudiselo de Osca (también llamado Gadisclo, Gadiscaldo, Budiscaldo o Budiscaleo) al XV Concilio de Toledo celebrado en 683, mientras que ya obispo de Osca, firmó las actas del XVI Concilio de Toledo en 693. Además, habrían sido monjes de San Martín de Asán los obispos San Gaudioso de Tarazona (527-541), Aquilino de Narbona, Tranquilino de Tarragona y Eufrónimo de Zamora.
En el año 711 los árabes invaden la península ibérica y pronto se adueñan de su mayor parte: en 714 alcanzan Zaragoza y el valle del Ebro, y para el año 719 Huesca capituló. Una minoría de cristianos oscenses, llevando consigo reliquias de sus iglesias, tomaron el camino del destierro hacia los ocultos valles pirenaicos, residiendo durante los 380 años de dominación musulmana en Huesca ya sea en Siresa, ya en Sasabe (primera sede obispal -obispos sisabenses-, a principios del siglo X), en San Juan de la Peña, o por último en Jaca, en un periodo de obispos itinerantes intitulados “Obispos de Aragón”.
De los que no huyeron, una parte importante de la población adoptó la fe musulmana de los invasores, los llamados muladíes, que conservaron haciendas y en algunos casos, importantes cargos en la gobernación musulmana como por ejemplo Amrús ben Yusuf, general del emir Alhakén I y gobernador de Toledo en 797, mientras que la comunidad mozárabe, sometida al pago de tributos, conservó la fe y el culto cristiano en torno al Monasterio de San Martín de Asán (probable sede episcopal mozárabe durante los siglos VIII al X) y a la iglesia de San Pedro el Viejo en la ciudad de Wasqah, la Huesca musulmana, donde las santas Alodia y Nunilo, mártires y vírgenes durante la dominación musulmana, santificaron la tierra oscense. Se conocen los nombres de obispos mozárabes de Wasqah, como los de Nitídeo (750), Frontiniano (800) o Redempto (principios del siglo X), hijo del último conde aragonés de los Galíndez, Galindo II Aznárez cuya hermana Sancha estuvo casada con el walí musulmán de Wasqah, Muhammad al-Tawil.2
Hasta entonces, el territorio aragonés pirenaico, tanto cristiano como musulmán, dependía en lo eclesiástico de los obispos mozárabes de Huesca, que ejercían su labor pastoral tanto en tierras cristianas como musulmanas. La diócesis comprendía entonces el territorio del Pirineo central al norte, desde el valle de Ansó por el oeste hasta el río Cinca por el este, que a fines del siglo X era una zona parcialmente reconquistada y cristiana alrededor de dos núcleos aislados, el condado de Aragón (alrededor del valle del río Aragón y sus afluentes hasta el Roncal pamplonés) y el condado de Sobrarbe (alrededor del núcleo de Buil). La diócesis también comprendía una zona islamizada centrada alrededor del Somontano de Wasqah y la Barbitaniya, el Serrablo (el valle del río Gállego y su afluente el río Guarga) y la ribera del Cinca: en esta zona contaba con los monasterios de origen visigodo y eremita de San Martín de Asán, San Pedro de Séptimo, San Úrbez de Nocito y San Cucufate (o San Cugat) de Lecina, y con las parroquias mozárabes, situadas en el interior de ciudades y villas musulmanas o en poblados aislados, como las de Huesca (San Pedro el Viejo), Quinzano, Plasencia, Anzano, Lierta, Arascués, Nisano, Banastás, Apiés, Lienas, Igriés, Yéqueda, Aguas, Liesa, Saliellas y Casbas, junto con la iglesia de Santa Eulalia de Barbastro.
Al reconquistar el Rey Pedro I la ciudad de Huesca en noviembre de 1096, restauró la sede oscense. A partir de esta fecha, la vida religiosa de Huesca es mucho más conocida, incluyendo sus luchas por la supremacía de su sede en la zona central del Pirineo.
Siagrio (419)
Elpidio (527)
Vicente (553)
Pompeyano? (570)
Gabino (589-592)
Ordulfo (633-638)
Eusebio (653)
Gadisclo (683)
Audeberto (693)
Nitidio
Frontiniano
Íñigo? (920)
Ferriolo (922)
Fortuño (933-947)
Oriol (971978)
Atón? (981)
Mancio (1011?-1036)
García (1036-1057)
Sancho (1058-1075)
En 1063 la Sede se traslada a Jaca
García Ramírez (1076-1086)
Pedro I (1087-1097)
En 1096 la sede vuelve a Huesca
Pedro II (1097-1099)
Esteban (1099-1130)
Arnaldo Dodón (1130-1134)
Dodón (1134-1160)
Martín (1162)
Esteban de San Martín (1166-1185)
Ricardo (1187-1201)
García de Gúdal (1201-1236)
Vidal de Canellas (1238-1252)
Domingo de Sola (1253-1289)
García Pérez de Zuazo (1269-1273)
Jaime Sarroca (1273-1290)
Ademar (1290-1300)
Martín López de Azlor (1300-1313)
Martín Oscabio (1313-1324)
Gastón de Montcada (1324-1328, nombrado obispo de Gerona)
Pedro de Urrea (1328-1336)
Bernardo Oliver (1337-1345)
Gonzalo Zapata (1345-ca. 1348)
Pedro Glascario (1348-1357)
Guillermo de Torrellas (1357-1361)
Bernardo Folcaut (1362-1364)
Jimeno Sánchez de Ribabellosa (1364-1368)
Juan Martínez (1369-1372?)
Fernando Pérez Muñoz (1372-1383)
Berenguer de Anglesola (1383-1384, nombrado obispo de Gerona)
Francisco Riquer (1384-1393, nombrado obispo de Vich)
Juan de Bafes (1393-1403)
Juan de Tauste (1403-1410, nombrado obispo de Segorbe y Albarracín)
Domingo Ram (1410-1415)
Aviñón (1415-1421)
Hugo de Urriés (1420-1443)
Guillermo de Siscar (1443-1457)
Guillermo Ponz de Fenollet (1458-1465)
Antonio de Espés (1470-1484)
Juan de Aragón y Navarra (1484-1526)
Alonso de So de Castro y de Pinós (1527)
Diego de Cabrera (1528-1529)
Lorenzo Campeggio (1530-1532)
Jerónimo Doria (1532-1534)
Martín de Gurrea (1534-1544)
Pedro Agustín y Albanell (1545-1572)
La diócesis de Jaca se separa de la Huesca
Diego Arnedo (1572-1574)
Pedro del Frago Garcés (1577-1584)
Martín Cleriguech Caucer (1584-1593)
Diego Monreal (1594-1607)
Berenguer Bardaxi Alagón y Espés, O.F.M. (1608-1615)
Juan Moriz de Salazar (1616-1628)
Francisco Navarro de Eugui (1628-1641)
Esteban de Esmir (1641-1654)
Fernando de Sada y Azcona (1654-1670)
Bartolomé de Fontcalda (1671-1674)
Ramón de Azlor y Berbegal (1677-1785)
Pedro de Gregorio y Antillón (1686-1707)
Francisco de Paula Garcés Marcilla, O.M. (1708-1714)
Pedro Gregorio Padilla y Soler (1714-1734)
Lucas Cuartas Oviedo (1735-1736)
Plácido Bailés Padilla, O.S.A. (1738-1742, nombrado obispo de Plasencia)
Antonio Sánchez Sardinero (1743-1775)
Pascual López Estaún (1776-1789)
Cayetano Peña Granada (1790-1792)
Juan Francisco Armada Araujo (1793-1797)
Joaquín Sánchez Cutanda (1797-1809)
Eduardo María Sáenz La Guardia (1815-1832)
Lorenzo Ramón Lahoz de San Blas, Sch. P. (1832-1845)
Pedro José Zarandia Endara (1851-1861)
Basilio Gil Bueno (1861-1870)
Honorio María de Onaindía y López (1875-1886)
Vicente Alda y Sancho (1888-1895, nombrado arzobispo de Zaragoza)
Mariano Supervía y Lostalé (1895-1916)
Zacarías Martínez Núñez, O.S.A. (1918-1922, nombrado obispo de Vitoria)
Mateo Colom y Canals, O.S.A. (1922-1933)
Lino Rodrigo Ruesca (1935-1973)
Javier Osés Flamarique (1977-2001)
Jesús Sanz Montes, O.F.M. (2003-2009, nombrado arzobispo de Oviedo)
Julián Ruiz Martorell (2011-2023)
Santos de la Diócesis de Huesca
San Lorenzo (10 de agosto)
Lorenzo de Roma, más conocido como San Lorenzo (Huesca, 225 – Roma, 10 de agosto de 258) fue un religioso de origen español. Fue uno de los siete diáconos de Roma, ciudad donde fue martirizado con una parrilla en 258.
San Vicente (22 de enero)
Vicente de Huesca, conocido también como San Vicente Mártir, nació en Huesca y murió en Valencia en el año 304. Fue un clérigo español, diácono de san Valero de Zaragoza, que fue capturado y torturado bajo Diocleciano, por lo que la Iglesia lo venera como mártir.
Santas Nunilo y Alodia
Santos Niños Justo y Pastor